En septiembre de 2013, una larga balacera entre bandas narco, en Villa Zavaleta, a metros de la policía que dejó zona liberada, terminó con un balazo mortal para Kevin, que estaba escondico debajo de la mesa de su casa y tenía 9 años. El chico venía de jugar en la plaza Kevin, que los vecinos bautizaron así en honor de quien había sido su amiguito, muerto por otra bala a los 5 años de edad. Así de duro y conmovedor es este documental abre la cámara y el micrófono a las voces de los protagonistas: hermanos, padres, vecinos. Niños que cuentan su temor porque otras balas les lleguen a ellos. Además, apoyado en los referentes del colectivo La Poderosa, de fuerte trabajo social en los barrios marginados, el director Antonio Manco consigue lo que propone en los primeros minutos, en voz de uno de esos referentes sociales: que lo que pasa en la villa, donde viven decenas de miles de personas, también forme parte de las noticias. Hacer visible, en fin, la vida de esas comunidades, que nacieron en lugares "trasitorios" pero llevan décadas de aplazamiento y violencia.