En los últimos años hubo varios proyectos que intentaron reunir a Ricardo Darín con Leonardo Sbaraglia en el cine, pero por distintos motivos esas producciones terminaron filmadas con otros actores.
El nuevo trabajo de Martín Hodara, quien fue co-director con Darín de La señal, consiguió este objetivo a través de un retorcido thriller oscuro que nunca termina de explotar el potencial de sus protagonistas.
Un caso extraño porque la película es impecable desde los aspectos visuales e inclusive todos los actores tienen sus momentos destacados, pero cuando la historia termina te deja la sensación que los personajes se podría haber aprovechado un poco más.
Ese duelo actoral entre Darín y Sbaraglia que se vende en los avances nunca termina de llegar al clímax emocionante que prometía las presencia de semejantes artistas.
El director Hodara construye un buen misterio que se nutre claramente del policial negro y la narración logra mantener la tensión necesaria hasta el acto final donde el atractivo de la trama se desinfla con la resolución de los hechos.
Nieve Negra tiene sus mayores virtudes en los aspectos técnicos, donde se destaca la fotografía de Arnau Valls Colomer y el modo en que el director Hondara convirtió los bellos paisajes de Andorra en un protagonista más de la historia a través de su narración.
Dentro del género que aborda, sin llegar a ser una película memorable, este estreno resulta un cuento decente de suspenso que al menos consigue ser entretenido.