Secretos de familia
"Nieve Negra" es el nuevo film de Ricardo Darín, o al menos así se está vendiendo por todos lados y seamos sinceros, es lo que más atrae. Me encantaría decir que si no estuviera Darín la película tendría el mismo éxito de recaudación que viene cosechando, pero no es la realidad. El actor argentino convierte en oro todo lo que toca y este trabajo de Martín Hodara no es la excepción. Ha llegado a un punto de su carrera en el que tranquilamente podemos decir que es el actor argentino más influyente y con más seguidores en la actualidad.
En realidad su rol en esta producción hispano-argentina es bastante más acotado de lo que imaginamos, pero ya llegaremos a eso.
En primer lugar, voy a resaltar la producción y la fotografía de "Nieve Negra". La locaciones y los planos logrados son realmente maravillosos y transportan al espectador al frío y crudo invierno patagónico (aunque la película fue filmada más en Andorra que en Argentina). Otro punto alto del film es el reparto que incluye nombres como Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi y Dolores Fonzi. Se suma la española Laia Costa que hace un muy buen trabajo. Este aspecto se mezcla con algo no tan positivo que es el desaprovechamiento de algunos actores. Por ejemplo Fonzi aparece muy poquito tiempo en pantalla, y Darín si bien aparece bastante tiene un rol más bien secundario. Lo mismo sucede con Luppi, por lo que podríamos afirmar que los protagonistas absolutos son Sbaraglia y Costa, algo que se disimuló en la promoción de esta película. Esto puede llegar a decepcionar a más de un espectador.
Por otro lado, si bien el guión creo es bueno y mantiene interesado al público, la dinámica y resolución que le impone Hodara lo lleva por caminos un tanto densos y el desenlace se vislumbra bastante antes del momento de revelación. Tiene una vuelta de tuerca que pocos esperan, es verdad, pero desde el minuto 30 ya sabemos algo muy importante en la trama que le hace perder fuerza.
Una propuesta buena, pero que no llega a colmar la expectativas de un espectador cada vez más ambicioso. El cine argentino está es un muy buen momento, pero queremos más.