Presas de una ilusión
En los “barrios altos”, los edificios ocultan una dura realidad. Sin embargo, no son lo suficientemente altos para escapar de una vida que jamás nadie elegiría.
Niñas Araña (2017) es un film del director Guillermo Helo, que está basada en un hecho policial de gran repercusión y en la obra de teatro escrita por el dramaturgo Luis Barrales, -Niñas Araña-. Es la historia de tres adolescentes de trece años -Avi, Cindy y Estefany, ésta última embarazada de siete meses- quienes residen en el mayor asentamiento de Santiago de Chile, “La Toma Modelo de Peñalolén”, y se hacen famosas por escalar edificios de “Las Condes” para robar y experimentar otras realidades, en lujosos departamentos. Patricio Contreras le da categoría al film con una correcta interpretación.
La película hace foco en el contexto familiar de Avi, la líder del grupo, aquí observamos a una familia disociada en una precaria casa, donde predomina el caos, con una madre alcohólica, un padre ausente y una desprotegida hermana pequeña. Es notable el contraste entre el barrio adinerado y el asentamiento, con un impecable trabajo de fotografía, escenografía, guion y dirección. Los diálogos son astutos, no así las actuaciones de las adolescentes, poco convincentes. Los mensajes no son del todo claros, no obstante, existe una crítica a la sociedad consumista, a la religión, a los “ladrones elegantes”, a la corrupción y a la impunidad.
La protagonista vislumbra esta aventura como una cierta posibilidad de obtener otro futuro, o quizás de comprenderlo. Ser la novia del chico que le gusta, tener sus veranos, hablar dos idiomas, desea algo tan simple como poder dormir en una cama con sábanas.