Niñato

Crítica de Nazareno Brega - Clarín

El hip hop de la crisis
Acierta en el retrato de una vida cotidiana familiar. Fue la ganadora del último Bafici.

Sorpresiva ganadora de la última edición del Bafici, Niñato sigue la vida de un treintañero desempleado que vive con sus padres y se debate entre seguir luchando por su sueño de convertirse en una estrella de hip hop y la mundana crianza de sus tres pequeños hijos en medio de la crisis española.

La historia de la película es bien sencilla, pero el debutante madrileño Adrián Orr no busca hacerle las cosas fáciles al espectador.

Todo vínculo filial entre los distintos personajes, los problemas económicos familiares, cada pequeño paso narrativo que hace avanzar el relato e incluso el transcurso del tiempo están todos apenas esbozados, sin jamás remarcar demasiado ninguna situación, en esta atractiva cruza entre los mundos de la ficción y el documental.

Niñato está construida a partir de la suma del registro de la vida cotidiana familiar: Orr se apoya en las pequeñas cosas como la lucha de este aniñado papá por despertar a sus hijos para que vayan al colegio, o en la necesidad que tiene el padre de ir a buscarlos a la escuela para que almuercen en su casa y, en tiempos del movimiento de los indignados, evitar el gasto del comedor.

Los mejores momentos de la película aparecen con la conflictiva dinámica entre este papá pelado y su pelirrojo hijo menor, quienes encuentran una pequeña tregua en las rimas del hip hop.

El colorado Oro no quiere saber nada con el tenue intento de Niñato de ocupar el rol de padre responsable al sentarse junto al chico para obligarlo a hacer los deberes. Orr aprovecha el crecimiento del carismático nene como contraste de un papá que no parece verse afectado por el paso del tiempo en esta película de aprendizaje sobre cuáles son las implicancias de ser padre.