Nine

Crítica de Ricardo Silva - El rincón del cinéfilo

Mundo real y mundo poético confundidos en la vida íntima de un creador

En 1963 Federico Fellini filma “Otto e Mezzo” (8 1/2), para muchos su mejor realización. En ella se basó el musical “Nine” (9 en inglés) y en ambas se inspiraron los guionistas para la producción fílmica que conocimos como “Nine, una vida de pasión”.

Rob Marshall tenía tres años cuando Fellini concretaba “8 1/2” y 48 al asumir la responsabilidad de dirigir el guión inspirado en aquella producción, con tres antecedentes como cineasta “Annie” (1999), “Chicago” (2003) y “Memorias de una Geisha” (2006), las dos primeras adaptaciones de obras musicales estrenadas en Broadway.

El realizador Marshall logra en su cuarto largometraje narrar de forma impecable la historia del imaginario director Guido Contini (inspirado en Federico Fellini), dividiendo el relato en capítulos, apoyándose en canciones para describir las distintas etapas del proceso que experimenta al poner en ejecución el proyecto y durante su rodaje. Vive el presente, se reencuentra con su pasado, fundiéndose ambos en sus sueños y delirios. La narración se estructura sobre la base de una simbiosis en el juego de los tiempos (presente-pasado-condicional-abolido) en el cual se conjuga la existencia de Guido a partir de su adolescencia y el descubrimiento del sexo, proyectándose en todos los personajes claves enhebrados de los acontecimientos que le suceden. Entre ellos se destaca su esposa Luisa (impecable Marion Cotillar) entonado “My Husban Make Movie” (“Mi marido hace películas”), melancólica manera de decirle adios.

Marshall denota un buen manejo de los tiempos cinematográficos, de la escenografía, el guión, el color y las luces, con lo que trasmite la sensación opresiva que le asisten al directo Contini (meticulosa composición Daniel Day Lewis como el creador delirante). Los cuadros musicales van in crescendo, siempre hacia arriba, así cada una de las interpretaciones trasmiten una energía increíble. En el final cuando cada una de las mujeres de la vida de Guido están presente de forma tal que él no las ve en el set donde está filmando, el Guido-niño se sienta en el regazo de Guido-adulto como fundiéndose, cerrando en cierta forma esa etapa de su atormentada existencia. Una muy buena selección del elenco secunda sólidamente el mundo poético del protagonista, entre quienes se destacan Judi Dench (Lilli, magnifica en el número musical), el señorío de Sophia Loren (la madre), Penelope Cruz (Carla), Kate Hudson (Stephanie), Nicole Kidman (Claudia). Todos factores que suman méritos para tenerla muy en cuenta.