Suspenso, terror, tensión. Con una narrativa impecable, Gustavo Hernández logra hacernos saltar de la butaca como pocas películas del género.
Reconozco que soy “dura de asustar” y en “No Dormirás” grité en varias ocasiones.
Una atmósfera de misterio permanente que ronda a los personajes y al lugar donde transcurre la historia, nos inquieta, desespera y agobia.
Bianca (Eva de Dominici) es una actriz que recibe la propuesta de formar parte de una “cooperativa” teatral liderada por Alma Böhm (Belén Rueda), una directora y dramaturga por la que siente admiración. Después de algunas dudas, Bianca emprende, junto a su amiga/colega Cecilia (Natalia de Molina), el viaje hacia una mansión abandonada, ex-clínica psiquiátrica, en donde esperan un par de actores y la directora.
Allí comienza la “carrera” por no dormir. Dicen que a partir de las 120 horas de insomnio se aumenta el umbral de percepción. Y su directora quiere ir más allá para que afloren las emociones, percepciones y talento, cueste lo que cueste.
No dormirás logra conseguir lo que se propone, de la mano de una correcta dirección, una fotografía acorde, precisa e inquietante, un guión con algunas vueltas de tuerca interesantes, y actuaciones, en su mayoría, potentes.
Hay una escena en particular protagonizada por Belén Rueda y Eva de Dominici que fue a mi criterio lo mejor de la película. Destacable trabajo de Eugenia Tobal y la española Belén Rueda.
No dormirás tiene todos los condimentos para que le vaya bien. Yo te recomiendo verla en el cine y agarrarte bien de la butaca.