Nos encontramos frente a un thriller de terror psicológico dirigido por Gustavo Hernández (“La Casa Muda”). A través de sus protagonistas, observamos y profundizamos la situación familiar de Bianca (Eva De Dominici, logra una muy buena interpretación, creíble y te hace sentir sus vibraciones. Esta actriz con apenas 22 años muestra un crecimiento en su profesión y se compromete) ante un padre enfermo con algunos brotes psicóticos y su parte profesional no logra crecer, se encuentra sola, algo perdida y termina aceptando un experimento que tiene riesgos pero que puede llevarla a la consagración.
Por otro lado se encuentra otra joven actriz Cecilia (la actriz española Natalia de Molina, entiende bien su personaje) en ascenso, que puede ser la clave en ciertas resoluciones de Bianca. Además se encuentran dentro de los roles secundarios: Eugenia Tobal, Juan Manuel Guilera y Germán Palacios que aportan muchos matices a la trama e interesantes interpretaciones.
Pero quien es la mentora de este proyecto es Alma Böhn (Belen Rueda, compone una estupenda villana, a la cual no le interesa nada solo su objetivo. Rueda sobresale en uno de los tantos géneros que lo conoce bien. La podemos recordar en “El orfanato” y “Séptimo”).
La trama toca algunos temas muy interesantes como: el abandono, la soledad, el sacrificio por el arte, el amor, los miedos, los traumas, ante ciertas presiones el comportamiento humano, entre otros contenidos. A lo largo del film se generan buenos climas, una ambientación terrorífica y claustrofóbica, lugares oscuros, lúgubres, con una buena paleta de colores, una buena dirección de arte y estética. Como el género lo indica mantiene la tensión, tiene sobresaltos, acompañados por ruidos, silencios y una música apropiada. Por momentos tiene un ritmo algo pausado, reiterativo y con final un poco precipitado.