La Internet fecunda
Íntimo, espontáneo y nada pretencioso ejercicio final para una experiencia colectiva en red.
El cine fue sólo la excusa, el punto de inicio para una experiencia personal y colectiva, la de Milagros Amondaray, que ella refleja ahora en No estás solo en esto, un íntimo documental de 57 minutos cuya factura técnica es lo de menos.
Su historia nació de una crisis, un trastorno de ansiedad para el que recurrió a un curioso tratamiento recreativo. Crítica de cine, en 2010 abrió Cinescalas, un blog publicado en La Nación en tiempos en que los blogs ya eran viejos. ¿Lo eran? Con esa decisión creativa, salió a pelearle a la ansiedad, a la soledad, al encierro. Y encontró un nuevo mundo: su comunidad. Ahora su película excede aquella experiencia de virtualidad fecunda, e indaga con honestidad brutal los entresijos de una conexión interpeladora.
A través de entrevistas realizadas por la autora, recorremos testimonios sentidos y visiblemente emotivos del vinculo que fue tejiendo este grupo de escribas, integrado por amantes del cine, por un “club” de personas muchas veces en crisis, que junto a Milagros canalizan sus intimidades sin temores. Exponiendo sus personalidades. Contando.
La factura modesta, estratégicamente casera del documental, el hecho de que se financiara a través del crowdfunding (aportes de público interesado), sintonizan con esta manera de narrar, y de leer esta historia que se tradujo en relaciones, en identificación, en catarsis.
Está el riesgo, la sombra del rótulo de autoayuda, la posibilidad de contraponerle experiencias virtuales, diversas maneras de sociabilidad real que tienen lugar en Internet. Pero no es un tratado sobre el lugar de los vínculos en la web, y más allá de la identificación o el interés que pueda despertar, su gran virtud es contar una experiencia colectiva desnudando vulnerabilidades en las pantallas. Y dejando un mensaje proactivo e identificable entre tanto ruido y basura online.