El nuevo documental del realizador brasileño se mete de lleno en los movimientos revolucionarios de los años ’60 para contar una historia personal y familiar que es a la vez política y social, recorriendo Europa, China y Brasil al calor de las revueltas que tuvieron lugar medio siglo atrás.
A una década de su extraordinario documental SANTIAGO, el menor de los hermanos Salles regresa con el trabajo más ambicioso de su carrera, uno que combina el análisis de material documental familiar filmado en China por su madre a fines de los ’60, en plena revolución cultural maoísta, con materiales periodísticos de las distintas revueltas europeas de esa misma época, especialmente la francesa. El eje de EN EL INTENSO AHORA no está, sin embargo, en hacer una historia o un racconto de esa intensa época política sino en observar sus contradicciones, analizar esas imágenes casi como un espía para tratar de ver más allá de las palabras que los distintos actores de esos movimientos manifiestan en primer plano.
El estudio es minucioso y muy sorprendente. Por un lado, Salles muestra el viaje de su madre con imágenes increíbles capturadas en China en la época más optimista de la Revolución Cultural, revolución con la que su madre parece entusiasmada, pero que develan ser más complejas de lo que parecen vistas hoy. Por otro lado, sorprendido de que ella haya viajado a China en pleno caos parisino –donde la familia estaba viviendo entonces–, el director analiza los movimientos estudiantiles franceses, las dificultades que tuvieron para convencer a la clase obrera y la manera en la que fueron manipulados y finalmente vencidos por la inteligencia de De Gaulle, los medios de comunicación y hasta la publicidad, que transformó sus míticas frases “revolucionarias” en slogans comerciales. En ese sentido, las idas y vueltas de Daniel Cohn-Bendit, lider de ese movimiento, es uno de los ejes narrativos de la parte francesa del filme.
La extensa película hablará también de la gente que quedaba en segundo plano en esos movimientos (las mujeres y los “no-blancos”) y cómo una serie de crímenes y suicidios fueron impactando a la población de distintos países (Checoslovaquia, a partir de la primavera de Praga, y el propio Brasil, con sus movimientos de resistencia a la dictadura) de distintos modos. De una manera bastante abarcativa, lo que intenta Moreira Salles no es desestimar ni desprestigiar del todo a estos movimientos, sino mirar por detrás de la verborragia, de las discusiones del noticiero de TV, y leer las imágenes que muchas veces contradicen lo que se dice. Salles observa los materiales como quien, con el tiempo y la memoria de su lado, puede ver una serie grande de grises donde antes solo se veían blancos, negros… y rojos.