Los sobreprotectores
“No Me Las Toquen” (Blockers, 2018) es una comedia que constituye el debut en la dirección de Kay Cannon, mujer que anteriormente escribió el guión de las tres cintas de “Pitch Perfect”. Aquí la historia fue escrita por Brian y Jim Kehoe. El reparto incluye a Leslie Mann (17 Otra Vez, Mujeres al Ataque), John Cena (Guerra de Papás), Ike Barinholtz (Buenos Vecinos), Kathryn Newton (Ángela Hayes en “3 Anuncios por un Crimen, Abigail en la serie Big Little Lies), Geraldine Viswanathan, Gideon Adlon, entre otros.
Julie (Kathryn Newton), Kayla (Geraldine Viswanathan) y Sam (Gideon Adlon) se conocieron en jardín y desde ese entonces son mejores amigas. Al acercarse la fiesta de graduación, Julie se propone perder la virginidad con su novio Austin (Graham Phillips), con el cual está saliendo hace seis meses. Kayla también quiere perderla con Connor (Miles Robbins), su compañero de laboratorio. Al ver a las dos tan emocionadas comentando que compartirán el aniversario de esa fecha para toda la vida, Sam decide unírseles aunque no gusta de Chad (Jimmy Bellinger). Ese día, sin darse cuenta, Julie deja abierta en su notebook la conversación que mantiene con sus amigas. Su madre Lisa (Leslie Mann), junto a los padres de Kayla y Sam, descifran de lo que están hablando por lo que se pondrán manos a la obra para detenerlas.
Leyendo la sinopsis, o en especial viendo el trailer, uno llega a creer que esta película es otra comedia extra inverosímil colmada de momentos disparatados y bizarros. Aunque viéndolo desde afuera lo de que los padres hagan lo imposible para que sus hijas no cometan el “error” pueda parecer ridículo, lo más importante es cómo el film encara el tema del sexo. Éste no tiene por qué ser tema tabú o algo prohibido en la adolescencia, sino que la directora lo muestra como un hecho normal, lo que aporta mucha frescura a la historia. Además se tratan otras temáticas importantes tales como el miedo al expresar la homosexualidad y ser juzgado por la propia familia y amigos, o cómo los falsos rumores afectan la reputación de una persona.
Gracias a los diálogos, varias escenas de los padres consiguen hacer reír y las tres jóvenes protagonistas tienen química entre sí, por lo que nunca llegamos a dudar sobre su amistad. No obstante, algunos efectos dejan mucho que desear ya que se ven muy falsos, por ejemplo los ojos agrandados por la droga o los vómitos que se producen al mismo tiempo (en vez de causar gracia dan asco).
El mérito absoluto de “No Me Las Toquen” está en su desenlace: cada personaje aprende algo, cambia su manera de pensar, se da cuenta de sus propias equivocaciones o decide seguir lo que siente y ser fiel a sí mismo. Esto hace que la película sea realista en lo que quiere transmitir, dejando una muy buena sensación a medida que bajan los créditos.
Así es como “No Me Las Toquen”, a pesar de tener secuencias descabelladas y un título burlón mal traducido, aporta algo distinto al género. Que una película divierta y a la vez deje un buen mensaje no pasa seguido, por lo que no te dejes llevar por el trailer a la hora de decidir verla.