El año está llegando a su final, y aun así, los estrenos en las plataformas de streaming no se detienen; complicandonos la tarea a aquellos que ya queremos cerrar los balances del año. Pero si nos llega un film como Don´t Look Up, no podemos hacer otra cosa más que agradecer por tan buen proyecto.
La historia se centra en los científicos Randall Mindy y Kate Dibiasky, que descubren un enorme meteorito que se encuentra en trayectoria de colisionar directo a la Tierra. Lejos de lo que podrían pensar, tanto el gobierno como los medios no se toman la noticia en serio y la banalizan a más no poder mientras la humanidad se encamina hacia su extinción.
Si, la trama no parece demasiado novedosa, ya vimos cientos de películas sobre meteoritos que van a destruir el planeta. Pero la gran diferencia de Don´t Look Up y que le da su salto de calidad, es el enfoque, y sobre todo, la sátira que hace al gobierno y los medios norteamericanos (razón por la cual la crítica en su país no la está tratando muy bien).
De esta forma se nos muestra, como, por un lado, desde la presidencia, quieren usar el problema para conseguir más votos y elevar su imagen con la gente de cara a las encuestas; mientras que en los noticieros priorizan la vida sentimental de la estrellita de pop del momento, por sobre la potencial extinción de la humanidad.
Pero donde brilla la película, es en el apartado actoral. Jennifer Lawrence no es santa de mi devoción, pero acá la chica lo hace muy bien. Pero quienes de verdad se lucen son Leonardo DiCaprio y Jonah Hill. El primero al dar vida a un científico con ataques de ansiedad, que de golpe se encuentra siendo una celebridad que aparece en todos los medios, pese a que casi nadie le presta atención. Y Hill, bueno, digamos que su personaje de político, va a ser que cada espectador encuentre en su país a alguien similar al chanta que interpreta Jonah Hill.
Y también mención especial para Meryl Streep y Mark Rylance, que, si bien sus personajes ya son una caricatura al 100%, igual tienen momentos de surrealismo en la película dignos de un film de los Hermanos Coen.
Pese a que quizás al final baja un poco su ritmo, y que las dos horas y veinte se sienten, sin dudas estamos ante uno de los mejores films de este 2021. No solo por las risas que provoca o por sus grandes actuaciones; sino porque el guión de Adam McCkay no titubea a la hora de mostrar lo peor de la política y los noticieros. Y lo peor de todo, es que no importa de qué país sean los espectadores, van a ver paralelismo con sus políticos y “periodistas”.