Onceavo mandamiento, la inquietud principal que coloca, delante nuestro, la presente película es de orden moral. El director Mauro Mancini, en su ópera prima, intentará responder a dicho interrogante, a través de la historia de un médico judío-italiano, quien goza de una vida tranquila y acomodada, y es hijo de un sobreviviente del Holocausto. Una toma de decisiones toma un rumbo trágico cuando una marca en el pecho delata un proceder que es deshonra. Cada quién está librado a su suerte, es ley divina. Atormentado por la culpa, la vida del profesional cambia drásticamente, de la noche a la mañana. El acertijo coloca el punto de interés sobre el dilema justificable de una venganza. ¿Qué hubiéramos hecho en su lugar? ¿De qué índole son las fuerzas que equilibran nuestro universo? La tensión racial y la causa de odio son invitadas a la mesa de discusión en esta fábula acerca de la condición humana. Nominado a tres premios David di Donatello (los Oscar del cine italiano) y premiado en la Mostra de Venecia 2020, el film elige la sobriedad y la contundencia como imprescindibles aliadas.