Y otra buena para la cartelera. Tres jóvenes ladrones esperan robar tranquilamente en la casona de un ciego. Pues bien, el tipo será ciego, pero no es tonto y resulta no solo un contrincante, sino una amenaza. Efectiva y sardónica película de suspenso muy bien narrada por Fede Álvarez que nos pone al mismo tiempo de los dos lados de una supuesta línea moral. Y asusta en serio, con genuina construcción del miedo.