Es muy grato el poder ir al cine y vivir experiencias sin concesión desde la pantalla. Aquellas películas, que más allá de cualquier error o inconsistencia que uno luego pueda encontrarle, permiten que los espectadores vivan, al igual que sus protagonistas, la tensión y el miedo durante dos horas.
El año pasado el reboot de “Mad Max” impregnó los cines de una historia trepidante y épica que mantuvo al vilo de la butaca a los espectadores, quienes podían empatizar instantáneamente con sus protagonistas y el afán de conseguir una vía de escape ante la inminencia de la masacre de la que iban a ser parte.
El uruguayo Federico Álvarez una vez más, tras experiencias en su país y dirigir la nueva versión de “Evil Dead”, con el aval de Sam Reimi encara su producción más personal, y también la más lograda visualmente.
El guión, escrito junto a Rodo Sayagues, se centra en tres amigos que se dedican a robar casas mientras los dueños no se encuentran en ellas. Uno de los tres es hijo de un empleado de una empresa de seguridad, y los delitos se hacen gracias a que su padre posee las llaves de esas viviendas.
Mientras uno de ellos desea dejar de hacer este tipo de trabajos, los otros dos quieren continuar, y más cuando detecten que uno de los propietarios de una casa en una zona “fantasma” del pueblo, quizás afectada por la burbuja inmobiliaria, o porque el lugar simplemente se volvió demasiado impopular, aparentemente posee una fortuna guardada en su domicilio.
A pesar que Alex (Dylan Minnette) desea dejar de robar, Rocky (Jane Levy), su amada amiga, aquella con la que sueña todas las noches estar y que deje de una vez al violento y misógino Money (Daniel Zovatto), con quién él cree que no va a llegar a ningún, lado, lo convence para un último asalto, aquel que le permita ir a otra ciudad a recomponer su complicada vida junto a su pequeña hermana.
Y como esto es cine, y el chico bueno, claramente debe aceptar el mandato de aquella mujer que ama en silencio, “No Respires” (USA, 2016), enfocará su mirada, estilizada, épica, contradictoria, en el último robo de este trío en esa casa en la que la fortuna les de el golpe necesario para revertir sus destinos.
Así, Álvarez, con un registro plagado de planos simil secuencias, travellings, planos detalles y escenas en las que los actores son envueltos por el lente, narrará el derrotero en el cual ingresarán, por una ambición desmedida, y del que, lamentablemente, no podrán salir tan fácilmente como hasta el momento lo habían hecho de cada una de las viviendas que robaron.
“No Respires” alude desde su título a cómo Rocky, Money y Alex deberán comportarse luego que en la casa se encuentren no con la fortuna, sino con un ex militar ciego (Stephen Lang, recordado por “Avatar” y “Tombstone”, entre otras) que impedirá, a pesar de su ceguera, a toda costa a que puedan salir vivos de la casa.
La lograda tensión y el misterio que envuelve la fortuna que éste tiene escondida en algún lugar de la vivienda, son tan sólo dos de los puntos fuertes de un filme, que si bien cae hacia el final con algunos giros sorpresa y algunas situaciones resueltas de una manera equívoca, mantiene su propuesta hasta el último plano que Álvarez ofrece de esta “travesura” entre amigos que, inevitablemente, iba a salir mal y salió mucho peor de lo que ellos quizás pudieron imaginar.