Ya la disfrutaron más de 25 millones de espectadores en todo el mundo y costó cinco millones de dólares.
Narra la vida de Valentín (Eugenio Derbez) un soltero empedernido, mujeriego, irresponsable que vive en Acapulco y por las noches duerme con distintas mujeres que pueden ser una o más y de cualquier nacionalidad, todo hasta que una mañana golpea a su puerta Julie (Jessica Lindsey) con una beba Maggie en brazos diciendo que es su hija, sale a pagar el taxi y desaparece. Acá es un solo hombre pero suena muy similar a “Tres hombres y un biberón”, 1985 de Coline Serreau; también se parece a “Un papá genial”, 1999 con Adam Sandler. Es inmaduro, desordenado, mujeriego, y de golpe se entera que es papá de un nene y deberá cambiar su vida.
Valentín realiza una serie de investigaciones y desesperado decide viajar a Los Ángeles para encontrar a la madre, vive distintas vicisitudes y a dedo llega a esa gran ciudad, no sabe inglés para poder comunicarse y no conoce a nadie, todo se va complicando pero finalmente se queda a vivir, va pasando el tiempo, consigue trabajo gracias a Frank Ryan (Daniel Raymont), quien además se transforma en su amigo. Comienza a ganar muy bien en Hollywood, como doble de riesgo y Maggie (Loreto Peralta, no tiene experiencia pero tiene un gran carisma) crece, ya tiene 7 años, vive en un mundo irreal lleno de fantasía, de juegos y lleva una vida un poco desordenada.
Ellos viven divirtiéndose, despreocupados, Maggie lo acompaña a su trabajo, como es bilingüe, le maneja sus negocios, lo admira, lo quiere, y ambos van madurando juntos. Como era de esperar un día aparece su madre biológica y él por primera vez siente que puede perderla. Esta historia al igual que las anteriores se termina encariñando con la criatura, son muy previsible pese que en este caso el film contiene varios giros, pasando de la comedia al drama, buscando la lágrima de los espectadores, llegando al melodrama y con una vuelta de tuerca para terminar en el golpe bajo. Su guión es muy flojo, básico y trillado, con diálogos pobres, absurdos y superficiales, posee algunos momentos de sobreactuación, coloquios mexicanos que no causan gracia y por instantes se acerca al culebrón.
Eugenio González Derbez (52) es un actor, productor de televisión, comediante y director de:cine, televisión y teatro, ha creado distintos personajes para sus programas de TV y espectáculos teatrales, en cine le ponía la voz en español al burro de “Shrek” y ha trabajado en “Un chihuahua de Beverly Hills”, entre otras. En esta historia como director y protagonista toca varios temas sobre los mexicanos radicados en Estados Unidos, como ingresan y viven allí, entre otras situaciones relacionadas con ese tema, reflexionar sobre la paternidad, los miedos, las diferencias entre mimar y educar a un niño, el amor que logra un padre y una hija, los obstáculos a vencer y el abandono. Uno de sus mensajes finales es” que todos los sueños se pueden lograr”.