Ser o no ser madre. Esa es la cuestión sobre la que gira No soy tu mami, una comedia romántica con una idea de base más original que lo que se suele ver en la comedia popular del cine argentino, pero que no logra un desarrollo a la altura de su planteo inicial.
El film dirigido por Marcos Carnevale tiene un comienzo bastante arriesgado, en el que Paula (Julieta Díaz), una mujer independiente y que rechaza la idea de ser madre, comienza a escribir una columna antimaternidad para su revista femenina, que tiene problemas de ventas. Este planteo despierta curiosidad y genera expectativa por saber cómo seguirá la historia cuando se cruce con su nuevo vecino, Rafa (Pablo Echarri), y su hijita.
Lo que sigue a continuación es, paso a paso, todo lo que cualquier espectador acostumbrado a este tipo de películas sabe que pasará, con gags humorísticos repetitivos y una estética heredada de ciertos productos televisivos nacionales.
La diferencia está en lo que le sucede a Paula, en su cabeza y su corazón. La atención que se le presta al proceso interior de la protagonista es el rasgo más valioso de la película, anclado en la muy buena interpretación de Díaz. Con Echarri -quien también se destaca en su interpretación- forman una pareja protagónica atractiva acompañada de buenos actores de reparto en personajes secundarios, que podría haber sacado provecho de un film que se alejara aún más de la fórmula.