¿Dónde estas amor de mi vida que no te puedo encontrar?
Esta lograda comedia romántica está protagonizada por jóvenes treintañeros que buscan nuevos rumbos en sus relaciones. Tres historias de amor y desamor cuyos personajes se cruzan en un juego pasional.
No te enamores de mí podría haberse titulado ¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?, que años atrás filmó Subiela. El responsable de esta comedia coral ambientada en Palermo Hollywood es Federico Finkielstain, quien acierta con el tono dado a la historia.
De este modo, desfilan por la pantalla Sergio (Pablo Rago), un hombre infelizmente casado con Paula (Violeta Urtizberea), una estudiante de psicología, y a la que engaña con Alejandra (Julieta Ortega), la mesera de un bar. Tampoco le va mejor a Sofía (Mercedes Oviedo, que abre el film con llanto desconsolado), la novia de Maxi (Tomás Fonzi) que se siente ignorada y cada vez más cerca del hermano de éste (Guillermo Pfening).
Todos tienen un denominador común: ninguno está conforme con la persona que tiene al lado por motivos que se irán descubriendo con el correr de los minutos. La imposibilidad de un amor verdadero, la rutina, la comodidad económica y la falta de pasión. dicen presente a través de aristas dramáticas que resultan interesantes y reconocibles. Las mismas están revisadas desde las miradas de cada uno de los implicados, atrapados en un círculo vicioso del que es casi imposible salir. Y el abanico se abre hacia otras direcciones: Alejandra es seducida por un músico, compañero de trabajo; mientras Paula (la más ingenua de todas y la que lleva los toques de humor) transfiere sus miedos a su propia paciente, una adolescente conflcitiva (Ana Pauls) que la ayuda a resolver los problemas de intimidad con su marido. Lo que se dice un verdadero caos afectivo.
No Te Enamores de Mí marca un promisorio debut y tiene un elenco sólido cuyos personajes resultan creíbles. Quizas con varios minutos de más para contar todas las historias, este film nacional se convierte en una opción recomendable y confirma a Julieta Ortega como una de las intérpretes más versátiles de su generación.