Estamos en los años 30. Al salir de la cárcel, Mateo (Leonardo Sbaraglia) regresa a La Pampa. Ya nada es como era: sus camaradas anarquistas ya hicieron su vida, y le fue robado El Rey, su gallo preparado para la riña. En medio de su deambular conoce a Aurelia (Cumelen Sanz) y Carmelo (Santiago Saranite), dos hermanos en busca del padre, que trabaja en las Salinas Grandes de Jujuy. Mateo se dispone a llevarlos hasta allá arriba de su infatigable camioneta, que sirve tanto para transitar largos kilómetros como a la hora de hervir los huevos que ponen las gallinas que supo robar. Los tres emprenden la marcha, en un viaje que les permitirá conocerse más y entablar una relación de amistad.
La ópera prima de Fernanda Ramondo es una road movie de época, con todos los ingredientes de este subgénero, empezando por la inclusión de personajes que deben aprender a confiar en sí mismos para llegar adonde se proponen. Sin caer en un estilo contemplativo, la directora se las ingenia para transmitir detalles de los tres viajeros haciendo uso de los gestos justos y de las palabras adecuadas.
Leonardo Sbaraglia vuelve a mostrar su talento para transformarse en sus personajes. Su composición de Mateo, un español recio pero de buen corazón, es la enésima prueba de su capacidad interpretativa. Cumelen Sanz no se queda tras en su rol de una muchacha que esconde sus verdaderos sentimientos (por más positivos que sean), y el joven Santiago Saranite es toda una revelación.
No te Olvides de Mí es un film entrañable, que permite descubrir a una cineasta promisoria.