Llega a nuestros cines una de las películas que más generó polémica en este año, en donde vimos despidos, blindaje a algún actor por cuestiones románticas y una protagonista que se negó a participar en la promoción de la película. Así que, con ustedes, No te preocupes cariño.
La historia sigue a la pareja conformada por Alice y Jack Chambers, quienes viven en un idílico vecindario en el desierto, en plena época de los 50. Pero todo este sueño americano no es suficiente para Alice, que, debido a una vecina, empieza a sospechar que tanto el lugar, como el jefe de su marido, esconden más de un secreto.
Voy a serles sincero, el tráiler de No te preocupes cariño lo vi después de haber visto la película; así que no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar en el cine. y creo que ese es el mejor consejo si quieren intentar disfrutar de este despropósito; porque todo empieza mal desde el propio avance, dándonos algunas pautas de las películas de las que se toma demasiadas cosas prestadas.
Obvio no las voy a nombrar para no spoilear, pero si vale aclarar que no tiene nada de malo que una película se parezca a otra, si es que el director o el guionista le aporta algo de su propio estilo o personalidad. Pero si ya desde la estética, o conceptos claves de dichos films que se usaron como “referencias” se mantienen intactos, más que una inspiración estamos hablando de un plagio.
Pero si creen que ese es el mayor problema de No te preocupes cariño, están equivocados. Esta cinta es una seguidilla de sin sentidos, que hace que esas dos horas de duración, se sientan como tres; en especial el tramo final, donde todo se alarga demasiado y sin necesidad, al grado de que es casi seguro que se pongan a mirar cuánto falta.
Vale aclarar que el guión no corre a cargo de Olivia Wilde, solo la dirección. Eso y la decisión de encapricharse en poner a Harry Styles como co protagonista, algo que es otro de los grandes puntos en contra del proyecto. Y esto no lo decimos por todo el lío personal que hay entre ellos y Jason Sudekis; sino porque Styles casi que arruina cada escena en la que sale; solo falta ver una donde discute con Florence Pugh, y mientras ella da lo mejor de sí, el generó risas en la sala de función de prensa (algo que nunca antes había visto).
Pero para hablar un poco de lo bueno, o de lo poco bueno, mejor dicho, tenemos a la recién mencionada Florence Pugh. La chica vuelve a demostrar que no importa la calidad del proyecto en el que esté, ella siempre va a destacar por sobre los demás, cargando las escenas dramáticas con una soltura pocas veces vista para alguien de su corta edad. Ella y la fotografía, junto con la ambientación, son lo que más podríamos alabar.
En conclusión, No te preocupes cariño es una película que va a ser recordada más por todo el escándalo y el chisme que se armó alrededor de ella, que por su propia calidad cinematográfica. Con eso en mente, ya saben que se van a encontrar en el cine…