El género de terror es uno de los más populares entre los espectadores. Quizás sea por un tema psicológico de querer enfrentarnos ante aquello que nos aterra, a las pulsiones y al deseo de calmar ese estado de tensión constante que nos aqueja por el solo hecho de estar vivos. O tal vez sea por una cuestión de puro divertimento. El asunto es que ante la enorme demanda de este género, casi todas las semanas tenemos al menos un film de horror en la cartelera.
“No Toques Dos Veces” (“Don’t Knock Twice”) es una propuesta con un gran sentimiento de familiaridad, al verla nos damos cuenta de que la cinta nos da una sensación de deja vu. La película trata acerca de una madre, Katee Sackhoff (“Battlestar Galactica”), que deberá proteger a su hija de una entidad sobrenatural que la persigue al haberla “despertado” de un aparente letargo. Ella es una escultora y adicta en recuperación que está casada con un banquero. Años atrás, Jess se vio obligada a renunciar a su hija para protegerla de su precaria condición y su lucha contra las adicciones. Chloe es una chica adolescente que no quiere saber nada con su madre pero deberá acudir a su ayuda cuando con su amigo Danny deciden llamar (dos veces) a la puerta de una casa habitada por una supuesta bruja. Todo esto deriva en la desaparición del amigo de la joven y una persecución de la entidad a Chloe. La leyenda urbana del lugar nos relata que con el primer llamado a la puerta despierta a la hechicera devoradora de niños y el segundo la levanta de entre los muertos.
El largometraje cuenta con una más que decente dirección de Caradog W. James y unas actuaciones notables de Katee Sackhoff y Lucy Boynton (“Sing Street”). Los problemas vienen por el lado del guion, que presenta varios lugares comunes y algunos giros predecibles que le quitan sorpresa al espectador. Además, algunos diálogos se sienten forzados y ciertos personajes no llegan a despertar interés o tener peso para la historia, haciendo que queden en evidencia ciertos elementos dramáticos a ser utilizados posteriormente.
Sin embargo, la película llega a brindar un entretenimiento pasajero y algunos momentos bien logrados, más si la comparamos con otros proyectos que pudimos ver recientemente en el cine, como por ejemplo “Aplicación Siniestra” y “No Digas Su Nombre”.
En síntesis, “No Toques Dos Veces” es un film regular que pese a una buena dirección y a unas actuaciones decentes no puede salir adelante debido a un guion genérico, repleto de clichés y situaciones familiares por su presencia en un amplio número de películas pertenecientes al género.
Puntaje: 2,5/5