La figura de mito o leyenda de una persona generalmente la va construyendo la gente que es testigo directo de sus acciones. Ellos son los que, bajo su punto de vista, magnifican el relato hasta acercarlo generosamente a la categoría de héroe que, pese a sus humanas contradicciones, permanece inmaculado en el imaginario popular.
Lo notorio en el caso de éste documental sobre Blanca Luz Brum, es que ella misma escribió su biografía, adjudicándose hechos decisivos en la historia de varios países latinoamericanos, incluido el nuestro, pero que no pudieron comprobarse.
Sobre la guía de esa autobiografía, contada con la voz en off de Mercedes Morán, se basó Pablo Zubizarreta para investigar y filmar la vida de la controvertida mujer.
Ella nació en Uruguay en 1905, de adolescente se convirtió en escritora y, oponiéndose a las convenciones de la época, se casó muy joven, comenzando a viajar por varios países estableciendo relaciones con distintos hombres, cuyas influencias en la cultura, política, arte, y pensamientos filosóficos, fueron muy importantes en sus naciones de nacimiento.
El director describe cronológicamente los sucesos que marcaron la existencia de Blanca Luz, recurriendo a testimonios de alguien que no creyó nunca en su historia, por el contrario, y de otros que sí le creyeron, desde su hija, pasando por otros parientes, conocidos, historiadores, etc. Como asimismo a través de una gran producción, viaja a los países en la que ella estuvo, para conocer si lo que se dice es verdad.
Para sustentar el relato utiliza una gran cantidad de fotos en blanco y negro, archivos fílmicos, recortes de diarios, libros de su autoría, cartas, entre otros documentos.
El film está compaginado prolijamente para crear un verosímil acorde al personaje retratado. Con otras voces en off y recreaciones ficcionadas de mujeres ubicadas de espaldas o en penumbras, con la vestimenta y distintos peinados que Blanca Luz utilizó a lo largo de los años, que completan la película.
Quedará a criterio del espectador aceptar lo que transmite la realización, porque las declaraciones de las personas son contradictorias. Muchas la idealizan por haber estado en el lugar justo y con las personas indicadas, para ser influyente con sus opiniones y escritos panfletarios, en los momentos más trascendentes de cada país en el que estuvo y otros, en cambio, dudan mucho de tales hechos por no tener pruebas fehacientes que corroboren tales epopeyas.