¿Qué harías si un vampíro se muda junto a tu casa?
Charlie Brewster solía ser un nerd. Pero no un nerd cualquiera: un hardcore nerd, de esos que hacen películas en super 8 con amigos, representando combates entre sus personajes favoritos o imitando alguna escena memorable de alguna película en especial. Pero ya no. Ahora Charlie es un chico popular, que se junta con los “bien vistos” de su escuela y que sale con la hermosa Amy, una chica tan o más popular que él. Pero, en el fondo, sigue siendo un nerd.
Pero su pasado a veces sale a la luz, por más que quiera ocultarlo, y es que él era el mejor amigo de Ed, un nerd que se mantiene nerd y que todavía quiere muchísimo a su amigo, aunque sufra permanentemente sus desplantes. Él será quien le advierta que su nuevo vecino, Jerry, es un vampíro y que también es responsable de un gran número de desapariciones misteriosas que azotaron el estado de Las Vegas, en donde viven.
Charlie sabe que algo no va bien, y decide investigar. Ahora él es quién es mirado de costado por todos, porque lo que Ed le dijo es verdad: Jerry es un vampíro, y-para colmo- sabe que Charlie lo sabe. Por eso, el adolescente decide pedir ayuda, y se la pedirá a el mejor: Peter Vincent, un mago que tiene montado un espectáculo en un casino de Las Vegas y que, asegura, es el mayor cazador de vampíros del mundo. La colección de objetos malditos que posee es inacabable y, según él, puede enfrentar a cualquier criatura. Pero vieron como dice el refrán: mucho ruido, pocas nueces.
Ellos dos, más Amy y la madre de Charlie, serán el blanco de Jim, que no descansará hasta que su secreto vuelva a quedar en su lugar: enterrado y en la oscuridad, para siempre.
Noche de miedo 3D es la remake de La hora del espanto (1985). La dirección corrió a cargo de Craig Gillespie y en el elenco podemos ver a Anton Yelchin, Colin Farrell, Christopher Mintz-Plasse, Imogen Poots y Tony Collete, entre otros. Un parrafo aparte merece David Tennant, que interpreta a Peter Vincent, definitivamente el mejor personaje de la película. Esta especie de Chris Angel vive en la riqueza, pero en el fondo es un pobre tipo del que todos se burlan. Una gran, gran interpretación.
La película mantiene el espíritu de la original, pero se podría decir que son muy diferentes. Gillespie no realizó una remake ciento por ciento, sino que tomó el esquema de la de los ’80 y realizó algo nuevo, moderno, en donde ningún actor está de más ni se desperdició un segundo de cinta en alguna escena de relleno. En esos ciento y algo de minutos de película nos asustamos bastante, nos reimos mucho y, por sobre todo, nos divertimos.
En definitiva, Noche de miedo 3D es más que una remake: es una comedia de terror novedosa, con una estética interesantísima y un trabajo actoral envidiable. Muchos podrán decir que es algo menor, una película pasatista; y puede ser, pero este tipo de pasatismo menor, con calidad y con buenas ideas (pese a no ser originales), es lo que le hace falta al cine.