¿Adivinen quién viene a cenar?
Nuevamente, una familia es el centro de esta historia de rivalidades entre hermanos, de ajustes de cuentas pendientes que elige la tradicional fiesta navideña para sacar a relucir trapitos al sol.
El disparador de esta opera prima de Piotr Domalewski es la inesperada llegada del primogénito Adam a la casa de infancia en la zona rural polaca. Las intenciones de realizar un negocio en el extranjero y el ímpetu de huir para siempre de ese país también entran en conflicto con una tradición familiar y las diferencias generacionales en medio de una cena con sabor agridulce.
La tensión entre los personajes y la ausencia de información dotan al relato de una textura de misterio que lo salva de los convencionalismos habituales y la propuesta de origen polaco es una buena opción para tomar contacto con un cine europeo con identidad propia.