Sólo para valorar mejor lo que indica el GPS
Dado que los vampiros surgieron de la literatura irlandesa, gentileza de Sheridan Le Fanu y su obra maestra "Carmilla", se podría pensar que el incipiente cine de terror irlandés estaría a la altura de las circunstancias al tratar el género. Pero esta modestísima película de terror de bajo presupuesto no da en el blanco al contar las desventuras de una pareja que tendría que haber mirado con más cuidado su GPS. Es que lo que comienza como un amable paseo en auto por hermosos paisajes de la campiña irlandesa se va transformando en una pesadilla cuando el dúo de amantes -de los que sabemos poco y nada, salvo que él no piensa casarse- se va perdiendo en una zona pantanosa en medio de la nada, hasta que finalmente se les queda el vehículo en un camino lleno de barro.
Con la menor originalidad posible, el director hace que las víctimas de lo que está por venir busquen alguna casa donde refugiarse, la que obviamente será bastante siniestra, y en este caso con intermitentes cortes de luz. Algo especialmente problemático dado que a la especie de Nosferatu suelto por ahí no le gusta que le apunten con luz en su feísimo rostro. La película tiene una linda fotografía nocturna, sobre todo en exteriores, y tiene un par de momentos de terror sobrenatural que lamentablemente son muy pocos como para justificar un resultado bastante flojo.