Nocturna

Crítica de Alejandra Portela - Leedor.com

Nocturna: la vejez en tiempos de desmemoria.
92 años tiene Pepe Soriano, uno de los grandes actores del espectáculo argentino. Cuando veo Nocturna, no puedo dejar de pensar en La nona (lógicamente) aquella tragicómica vieja que no paraba de engullir, pergueñada por Tito Cossa y llevada al cine por Héctor Olivera en 1979.

En Nocturna film de Gonzalo Calzada, el mismo actor, cincuenta años después, en un trabajo que combina un sutil terror de efectos especiales, con el drama de la demencia senil. De hecho la pelicula está siendo invitada y seleccionada a Festivales de terror y ya tiene premios en Macabro Film Fest (México) y Fantaspoa (Brasil).
Tampoco escapa la recientemente estrenada El padre, de Florian Zeller con Anthony Hopkins, y el alzheimer que, por obra de ciertos recursos de la enunciación (el guión ganó un premio Oscar), hace ingresar al espectador a una confusión similar a la que produce la enfermedad. Un recurso parecido en Nocturna, visiones de la infancia, un niño-viejo-niño, una niña-vieja-niña; muertos que reviven, hijos ausentes-presentes, fantasmas del pasado en la mente fatigada de un hombre viejo (asi subtitula la pelicula) encerrado en un departamento con un hall panopticun y puertas con reflejos que sirven de escenario para que a lo largo de toda una noche asedien espectros que parecen tan reales.
Calzada recurre a un montaje que frecuenta los espacios, los tiempos y ciertas situaciones remarcadas en esa repetición (los golpes a la puerta de la vecina), por otro lado también repetirá los planos detalle para atravesar en un mismo espacio la vejez y la juventud.
Tal vez sintetizando un poco esos recursos, el film podría haber sido más compacto.