Paranoia y angustia en el aire
Con películas como La casa de cera, La huérfana y Desconocido (esta última, también con Liam Neeson como protagonista), el catalán Jaume Collet-Serra se posicionó en Hollywood como uno de esos directores que pueden incursionar en géneros populares como el terror y el thriller con oficio, aportando desde el exterior esa solidez que tanto agradecen en la principal industria cinematográfica.
En su nuevo film, Collet-Serra narra con buen pulso y a pura tensión una historia que transcurre casi íntegramente dentro de un avión en vuelo, en el que nunca se sabe muy bien qué pasa, de dónde provienen las amenazas, quiénes son los buenos y quiénes los malos, pero con la posibilidad de la catástrofe siempre latente, inminente.
El protagonista (y antihéroe) del film es Bill Marks (Neeson), un veterano agente que viaja de incógnito en los aviones para garantizar la seguridad de los pasajeros. Alcohólico y fumador empedernido (se las ingenia para prender un cigarrillo en el baño tapando los detectores de humo), hombre traumado por una tragedia familiar, es asignado a su pesar para un vuelo transatlántico entre Nueva York y Londres.
No conviene adelantar mucho más. Este claustrofóbico film sobre la paranoia post-11 de Septiembre tiene elementos clásicos (una bomba con cuenta regresiva, por ejemplo) y otros más ligados a las nuevas tecnologías. Si bien el guión hace un uso abusivo de los teléfonos celulares en pleno vuelo y apela de manera ridícula al recurso de que todos los pasajeros vean un noticiero ¡en vivo! en sus pantallas individuales, la película no pierde jamás su credibilidad gracias a la consistente narración de Serra, el aplomo de Neeson y los buenos aportes de los personajes secundarios interpretados por Julianne Moore, Corey Stoll y Lupita Nyong'o, entre otros.
Si a esos atributos se les suman escenas de peleas cuerpo a cuerpo bien coreografiadas en espacios reducidos y sobre el final un sobrio despliegue de efectos visuales generados por computadora, Non-Stop: Sin escalas una película sobre la redención y las segundas oportunidades surge como un más que digno entretenimiento. Quizá no ofrezca nada demasiado novedoso, pero su propuesta está concebida desde la nobleza y el profesionalismo.