Tensión en vuelo en un impecable film de suspenso
El director del excelente y retorcido film de terror "La huérfana" se supera con un thriller paranoico que, fiel a su título, no para nunca. Liam Neeson interpreta al encargado de seguridad de un vuelo sin escalas que sufre más de un inconveniente. Para empezar, ni bien el avión despega, el protagonista empieza a recibir mensajes de texto en una red cerrada para seguridad donde un desconocido asegura que, a menos que le paguen 150 millones de dólares en 20 minutos, matará a uno de los pasajeros. Y que si no es escuchada la amenaza, seguirá matando a un pasajero cada 20 minutos.
Las primeras escenas, algunas de las pocas que transcurren en tierra, prometen un film oscuro, y "Non stop" realmente lo es. Liam Neeson se sirve un poco de whisky en su café mientras con aspecto totalmente derrotado, mientras observa la gente feliz que está a punto de empezar algún viaje. El hombre no parece la persona mas confiable para ocuparse de la seguridad de un vuelo internacional. Y justamente este es uno de los puntos que conoce perfectamente el misterioso asesino que entrará en acción una vez que el avión está en el aire, ya que justamente su trama macabra apunta, entre otras cosas, a que el propio protagonista parezca ser el que está amenazando el vuelo.
El director catalán hace un uso original, totalmente innovativo de los mensajes de texto que aparecen en la pantalla a manera de un subtitulado para que el espectador pueda entender el tenso diálogo entre el delincuente y el antihéroe mientras los pasajeros descansan y no podrían adivinar que a los 20 minutos de vuelo ya hay un cadáver en uno de los baños del avión. La trama del criminal está tan aceitada como el guión del film.
El manejo del clima de creciente opresión en una película que sucede casi íntegramente dentro de un avión en vuelo es formidable. La paranoia va subiendo de nivel a medida que no se pueden ocultar las cosas que están pasando en el vuelo, y tanto los tripulantes como los pasajeros son sospechosos, y durante buena parte del film el espectador podrá pensar el delincuente invisible es cualquiera de los personajes coprotagónicos, incluyendo a Julianne Moore, que con su talento habitual encarna a la misteriosa y extremadamente amable pasajera que pide un asiento en una ventanilla, y justo le toca al lado del encargado de seguridad. Y por un momento hasta el público pensará, como los pasajeros, que el delincuente podría ser el héroe.
Este es un gran film de tensión y suspenso más que el típico producto de superacción hollywoodense, ya que sólo de a poco el director va dejando que irrumpa la violencia, haata un final impactante que, como es lógico suponer, lleva las cosas al nivel del cine catástrofe. Todas las actuaciones y todos los detalles técnicos y argumentales estan cuidados al máximo, aunque claro, este es un festival Liam Neeson, que por fin encuentra un papel de acción a medida de su talento.