No he seguido en detalle la transformación de Liam Neeson en héroe de acción pero si hay que juzgar por esta película de suspenso en un avión hay que decir que el hombre no lo está llevando nada mal. El actor de LA LISTA DE SCHINDLER proyecta la clase de imagen que uno aprecia en un “antihéroe” en películas de este tipo, sin hacer demasiado abuso de sus condiciones actorales ni sobrando la situación. No. Neeson aquí es una eficiente y efectiva bomba a punto de explotar en un avión en pleno vuelo.
La bomba en realidad es otra, pero Neeson funciona como tal, ya que interpreta a un policía de seguridad a bordo de un avión que empieza a recibir mensajes de texto en los que alguien le dice que si no le depositan 150 millones de dólares en una cuenta bancaria empezará a matar personas cada 20 minutos. El filme de Collet-Serra se transforma en una especie de relato de Agatha Christie pero con el nervio de un thriller ochentoso de bajo presupuesto y mucha efectividad por dolar invertido.
nonstop1Agreguemos un dato relevante a la trama: Neeson encarna a un agente alcohólico con bastantes problemas personales y los mensajes de texto que van llegando (y lo que va sucediendo en el relato) empiezan a convertirlo a él mismo en sospechoso, por lo cual su trabajo consistirá en encontrar al criminal y a la vez dejar de parecer cada vez más sospechoso con las actitudes un poco violentas que tiene en el vuelo. Y esa duda permanecerá a lo largo del filme.
Para que suceda lo que sucede en SIN ESCALAS se requiere una cantidad de casualidades difíciles de aceptar –en principio, un avión con un wifi y líneas telefónicas abiertas y mejores que las de cualquier lugar sobre la Tierra, por no decir poder ver noticias en vivo en pleno vuelo–, pero el realizador catalán de LA CASA DE CERA, LA HUERFANA y el anterior thriller con Neeson, DESCONOCIDO, logra crear la tensión necesaria durante los poco más de 90 minutos de película para que logremos pasar por alto la mayoría de los supuestamente programados, aunque implausibles, pasos dramáticos.
non-stop-liam-neesonLa película es un claro regreso a los formatos tipo DURO DE MATAR de concentración dramática de tiempo y espacio, ya que luego del inicio que transcurre en el aeropuerto, la cámara casi nunca deja el interior del avión (bah, del set de filmación) por lo que la fuerza del relato está puesta, por un lado, en la efectividad del guión, la capacidad del director de sostener el misterio y el suspenso, y en el talento de los actores. Aquí, Neeson se reúne con un grupo de gente talentosa, como Julianne Moore, Scott McNairy, Linus Roache, Michelle Dockery, Corey Stoll y una Lupita Nyong’o evidentemente pre-12 AÑOS DE ESCLAVITUD a juzgar por su mínima participación, muchos de los cuales pueden ser tan sospechosos como él.
NON-STOP: SIN ESCALAS es, claramente, la clase de película de acción que funciona en esta temporada baja de grandes tanques de taquilla de superhéroes o animación que invaden todo a mitad de año. Pero, con menos pretensiones de espectacularidad y más atención a un relato aceptablemente bien construido, puede proporcionar más satisfacciones que películas mucho más ambiciosas que se apoyan más en el impacto que en la efectividad narrativa. Y a juzgar por la reacción del público ante el inoportuno corte de luz que tuvo lugar sobre el final del filme en la función de prensa, queda claro que la mayoría de la gente lo estaba disfrutando también… más allá de que luego muchos no lo quieran admitir.