Nope, o cómo Jordan Peele se reinventa con cada película
Jordan Peele hizo una carrera en la comedia que dejó una marca: sus sketchs, su tono de voz y su sentido del humor son fácilmente distinguibles en un género que suele estar repleto de copias y repeticiones. Lo que sorprendió es que haya podido trasladar esto a un género tan particular como el terror y convertirse en una categoría en sí mismo.
Desde su debut en la dirección y guion con Get Out logró tener a todos los espectadores ansiosos con sus próximos lanzamientos y lo que podía llegar a ser un fenómeno de una sola vez, se entendió como talento puro con su segundo film, Us. Ahora, tres años después, reafirma que lo que hace él no puede ser igualado ni comparado con las creaciones de nadie más en la industria. Vuelve a entrar en el terreno del terror, pero esta vez mezclado con la ciencia ficción y siempre acompañado de su tan característico sentido del humor.
Nope parece subir la barra de lo que este cineasta puede lograr y, al verla, no solo se siente que estamos en presencia de una de las mejores películas del año, sino también de un futuro clásico, algo que ya había ocurrido con sus dos películas anteriores.
En esta historia vuelve a trabajar con el ganador del Oscar Daniel Kaluuya, que entrega una interpretación brillante y demuestra una vez más que es uno de los mejores actores con los que cuenta Hollywood en este momento. Su personaje, OJ Hayworth -que no escapa a lo que supone ese apodo para una persona afroamericana-, queda a cargo del negocio familiar luego de que su padre muere de una manera completamente inesperada. Su familia, parte vital de la historia del cine, son los responsables de un rancho fundado por el jockey que montó el caballo en Race Horse, de Eadweard Muybridge, experimento visual considerado como el precursor del cine. OJ y Emerald, los únicos herederos del emporio Hayworth, tienen que lidiar con un negocio que no saben cómo llevar pero que no pueden dejar ir.
Mientras él intenta mantener a flote el rancho, su hermana, interpretada por una desopilante y carismática Keke Palmer, quiere alejarse lo más que pueda de la herencia familiar, de la que siempre se sintió desplazada. Pero todo cambia cuando algo muy extraño empieza a ocurrir en el cielo: una nube que no se mueve y caballos que parecen estar desesperados. Ahora hay un objetivo que los une, poder captar esta aparición extraterrestre en cámara y hacerse ricos en el proceso.
Daniel Kaluuya, Nope, Jordan Peele
Como es de esperarse, esto no va a ser tan fácil y en el proceso de contarnos una historia tan sencilla como dos hermanos reconectando e intentado salvar el rancho con imágenes de UFOs, Peele introduce una trama fantástica de ciencia ficción y terror, cargada de comedia y con personajes que se corren del razonamiento que suelen seguir los protagonistas de estas historias: son personas racionales y lógicas que, al estar frente al peligro inminente, su reacción es decir «nop», y alejarse.
Nope es una historia de hermanos, también es una comedia, una película de sci-fi con una creación completamente original y única; pero funciona además como una crítica consciente acerca de la industria cinematográfica, del uso que hacen los animales, y del cine de autor y lo que supone la «toma perfecta».
Abarcar tantos temas podría haber sido contraproducente, como resultado se podría haber obtenido algo que, al querer hablar de mucho, termina contando poco, pero Peele demuestra que como guionista y director no tiene comparación y sorprende a cada minuto en una película constantemente entretenida, hermosamente filmada y con actuaciones que definen al género.
Una cinta que se sigue pensando después de salir de la sala y que nos confirma que estamos en presencia de una de las personas más creativas de Hollywood en la actualidad. Por mi parte, no puedo esperar para volver a verla, así como descubrir cuál será el próximo proyecto de este comediante devenido en uno de los mejores directores, guionistas y productores de su generación.