Casi igual, pero diferente.
Daniel Hendler, actor que supo posicionar su nombre en la ultima década del cine argentino, incursiona ahora en la escritura y dirección cinematográfica con esta ópera prima donde traslada, todos sus matices y variaciones actorales así como las influencias estilísticas de Daniel Burman.
Vale recordar aquellas películas en las que el uruguayo Daniel Hendler participó como actor (Esperando al Mesías, El abrazo partido, Derecho de familia y Fase 7, entre otras) y ciertas producciones cinematográficas uruguayas de referencia como Whisky o 25 Watts, para comprender cuáles fueron sus fuentes de inspiración.
Así es como esta coproducción uruguayo-argentina narra una pequeña y sencilla historia sobre un joven treintañero cuya vida se desmorona y descubre casi a tiempo que puede modificarla.
Un relato intimista centrado en un personaje medio perdedor y con cierta crisis existencial, pero muy semejante a la gente común, que logra generar cierta empatía con el espectador.
Caracterizado con todos los matices que el mismo Hendler suele usar en sus interpretaciones, Norberto (Fernando Amaral) nos sumerge en la vida de un joven sin carácter, tímido, dominado por su pareja y fracasado en todos los ámbitos de su vida, que un día descubre en el teatro vocacional un costado de su personalidad que desconocía y le ayudará a tomar otro rumbo a su vida.
Con una puesta en escena sencilla y una cámara siempre contemplativa Hendler logra retratar con mucha naturalidad la cotidianidad de Norberto, pero nunca logra entrar en la psicología del personaje y solo se limita a mostrar el discurrir de Norberto de una etapa a la otra.
Una historia demasiado simple y pocas situaciones tracendentes, sumado a la mirada distante de la cámara y el ritmo pausado con el que su protagonista intenta resolver su problema existencial, hace que pequeños gags se repitan o dilaten interminablemente y algunos personajes se vuelvan reiterativos, estirando el final y decayendo el interés del espectador.
Una película simpática al comienzo y agradable hacia al final que no logra entretener demasiado pero propone un cine diferente.