No me gusta hacer comparaciones, pero a veces podemos hacer una referencia, y comentar cuando Woody Allen tenía 31 años de edad estrenaba “What's up, Tiger Lily?” o “Lily, la Tigresa”; tal vez quien siga sus pasos sea el actor de cine, teatro y televisión Daniel Hendler, uruguayo que desarrolló gran parte de su carrera en Argentina, (donde vive).
Cuenta con una importante filmografía como: “El fondo del mar”, “Los suicidas”, “Los paranoicos”, “Mi primera boda”, “El abrazo partido”, entre otras; y a los 34 años de edad debuta como guionista y director con esta película “Norberto apenas tarde”; y su lugar ahora es estar detrás de cámara.
Cuando veo el personaje del protagonista de esta historia Norberto (Fernando Amaral), muchas de las situaciones resultan familiares a los personajes compuestos por Hendler; este hombre es despedido de su empleo e intenta probar suerte como vendedor en la inmobiliaria “Castiglia Propiedades” trabaja sin sueldo solo a comisión, su nuevo jefe es Javier (César Troncoso) le recomienda un curso de autoayuda para resolver su extrema timidez, de esta forma puede vender más.
Este hombre vive fuera de tiempo, tarda en todo hasta en contarle a su mujer Silvia (Eugenia Guerty) la pérdida de su empleo, aunque con su esposa habla muy poco y tal punto son sus demoras que deja en la guantera de su auto un frasco para una análisis para realizar un espermograma; aunque esto en psicología está dando la pauta de algo.
Una noche sale con su esposa y amigos para ir al cine como se quedaron sin entradas, deciden ir a ver una obra de teatro, en el intervalo quienes lo acompañaban deciden irse, pero él decide quedarse hasta el final porque algo lo moviliza. Es cuando decide estudiar actuación en un taller de principiantes, toma clases de teatro con Rafa (Roberto Suárez), de esta forma podrá vencer su timidez, comenzar a sentirse valorado, admirado e integrarse un espacio que nunca conoció. Y sacar un poco todo lo que de alguna forma u otro todo ser humano tiene escondido.
Es cuando comienza a sentirse movilizado, su personalidad cambia, comienza a salir otro Norberto cuando intenta ayudar a la pareja de Berta (Nelly Notari) y Aldo (Juan Carlos Urta) quiere festejar sus 60 años de casados y necesitan otro departamento.
La historia es cotidiana le puede pasar a cualquiera, su fotografía es prolija, la cámara trabaja mucho con los gestos y lo expresivo, habla de un hombre de unos treinta y pico, que se encuentra en una crisis laboral y social.
Aquí se le rinde un homenaje al teatro no es casual que en su narración este presente parte del texto de “La gaviota” de Anton Chejov (tragedia amorosa de seres a la deriva, acosados por la decadencia y un tiempo que se va); pero a pesar de todo cae en situaciones reiterativas, su ritmo es desparejo, planos largos y logra entretener a media.