La directora Daniela Saggiano realiza un film de una gran poesía, de un importante conocimiento de la cultura wichi y de las maneras sutiles, casi invisibles, con un cariño palpable pero también con un desconocimiento avasallador que humilla, invade y lastima al otro, a la minoría, a la niña del pueblo originario. Una joyita. No se la pierda.