Triángulo a la deriva
Una casa de barrio, con una pelopincho en el fondo. Ahí está Teresa (Guerty) tratando de zafar del calor cuando llegan sus hermanas Amanda (Weinberg) y Ema (Zinski) con un tasador. La madre de estas tres hermanas murió hace poco y la idea es vender la propiedad. Al menos esa es la idea de Amanda, la más agobiada por las deudas causadas por un marido irresponsable. A Ema -la mejor posicionada económicamente- le da lo mismo vender o no, pero es Teresa -la menor- la que piensa que es demasiado pronto para desprenderse de aquello que aún la ata a su madre.
El conflicto está planteado. La directora Eugenia Sueiro elige el blanco y negro para su debut. Apuesta a la fuerza, al realismo que se suele obtener en la ausencia del color. Sabe además que cuenta con un trío de sólidas actrices que son las que hacen valer cada palabra escrita en el guión y aportan adecuados matices a la acción.
A medida que avanza la trama, la tensión crece y allí es donde se aprecia que el tono de comedia adoptado desde el inicio es el apropiado. Sueiro logra demás que la casa pase a ser un personaje más, consigue que sus actrices interactúen con sus ambientes, y sus trampas. Cuando las cosas conspiran y provocan a los humanos, los obligan a relacionarse más allá de lo deseado, al menos conscientemente.
"Nosotras sin Mamá" es una propuesta que no desborda originalidad, pero sí talento desde lo actoral y marca un correcto inicio para una directora a quien lo sutil no le es ajeno.