Empatías y rechazos de tres hermanas
Teresa (Eugenia Guerty), Amanda (Vanesa Weinberg) y Ema (Nora Zinski) son tres hermanas que quedan encerradas en la que fuera su casa materna y allí saldrán a la luz los conflictos y los afectos que no siempre amanecen en otras situaciones cotidianas. Nosotras sin mamá, el film de María Eugenia Sueiro, parte de una estructura que bien podría ser una obra de teatro de la década del ’70, pero que construye con elementos genuinos un espacio cinematográfico para tener en cuenta.
Como decíamos, a partir de aquel “encierro” y de aquella estructura, si se quiere teatral, la directora construye sin embargo una comedia en la que además evita siempre los lugares comunes. Y esto es algo para destacar, aún cuando en los diálogos están presentes los temas familiares comunes. A partir del guión y de las actuaciones, Sueiro construye tres personajes tan disímiles como arquetípicos.
Nosotros sin mamá pone en primer plano a estos personajes que son, por momentos, máscaras de sí mismas. A partir del interesante trabajo de la realizadora, las tres hermanas que protagonizan el film juegan cada una lugares sociales, económicos y etarios diferentes, motivo por el cual generan en el espectador empatías y rechazos.
En su opera prima en cine luego de tres cortos (Teresa del Gaumont, Eduviges, Aquel mago ocre), la directora Sueiro evita todo maximalismo y esto es un valor que debe remarcarse. Más allá de algunos altibajos en los registros, las actuaciones del trío protagónico son parte esencial de esta película.