Atrapadas en el absurdo
María Eugenia Sueiro, hasta ahora reconocida directora de arte de las películas de Daniel Burman, Lucrecia Martel y Walter Salles, entre otros, debuta en la dirección con Nosotras sin mamá (2011), un drama familiar virado al absurdo con sorprendentes resultados dentro de un género muy poco transitado.
Tras la muerte de la matriarca, las hermanas (Ema, Amanda y Teresa) se reencuentran para vender la casa en la que crecieron. Cada una tendrá los motivos suficientes para hacer o deshacer la operación, y es a partir de ahí de ese hecho donde salen a flote aquellos sentimientos guardados que hacen de la hermandad una relación de amor y odio. Filmado en un furioso blanco y negro, Nosotras sin mamá es un film intimista con toques chejovianos que se centra en el conflicto de las hermanas que quedan encerradas dentro de la casa materna.
Protagonizada por Vanesa Weinberg, Eugenia Guerty y Nora Zinski, el film juega constantemente con el absurdo y es ahí en donde la película gana narrativamente. La tensión generada por lo que se dice se rompe por la forma en cómo lo dicen. Hay una tensión constante en el aire provocada por el encierro que podría terminar en tragedia pero que la realizadora lleva para otros carriles provocando un anticlímax.
Nosotras sin mamá toma elementos del cine indie para contar una historia minimalista, en donde lo que se dice es potente pero por la forma utilizada llega a causar risas en vez de llantos. Y claro está por una cineasta que convirtió un drama en comedia y tres magníficas actrices que pudieron ponerlo en gestos y palabras.