Rodrigo y su madre viajan al pueblo donde acaba de morir su hermano mayor. En ese lugar calmo, transitarán los primeros tiempos del duelo. Rodrigo se irá asomando al dolor de los adultos y de manera imperceptible irá dejando la infancia. Su madre intentará revelar los misterios de esa muerte.
Nosotros nunca moriremos aborda temas difíciles de tratar si se desea aprovechar el lenguaje cinematográfico y evitar el discurso excesivo y explícito. Gira en torno a la muerte, el duelo y construye su historia a partir de la ausencia. De las cosas que no se dicen, pero ocupan la mente de los personajes. A pesar de ser excesivamente austera en los intérpretes, la puesta en escena logra dar el ingrediente extra para expresar todo lo mencionado.