Esta comedia romántica, o "de enredos sentimentales", gira en torno a la crisis de un matrimonio maduro. O más bien, gastado. Entre Gilbert (Daniel Auteuil) y Simone (Catherine Frot), una relación ríspida que ella parece descargar con su amante, que es el vecino y también el mejor amigo de la pareja. Pero como Simone está insatisfecha en realidad con todo, decide desaparecer sin explicaciones, pues esta, de José Alcala, es también la ya remanida historia de segundas y terceras oportunidades.
Así que Gibert deberá enfrentar lo que viene negando a su conveniencia, resignar su plácido egoísmo y no sólo quedarse solo, sino a cargo de un nieto al que por supuesto (como se subraya mil veces) apenas ha prestado atención. Encuentros, reencuentros y desencuentros en una historia amable y simpática, con un pueblito soñado como marco, y actores interesantes (que han brillado en un cine más, digamos, contenido, sobre todo Auteuil), que ofrece muy pocas novedades sobre sus temas. Y a la que un poco de sutileza le hubiera venido muy bien.