Nosotros: Vosotros, ellos…
La nueva película de Jordan Peele se divierte con un grupo de doppelgängers que aterroriza a una familia, los cuales con grandes sustos, muertes y risas lleva adelante una película muy entretenida y reflexiva.
Al comienzo del film nos entregan el dato de que en Estados Unidos hay muchas alcantarillas y subterráneos abandonados… Y con esta información que rondará en nuestras cabezas, apreciaremos esta obra maestra.
Lo colorido y brillante que vive una pequeña niña en el parque de diversiones se vuelve oscuro y tenebroso cuando se separa de sus padres. Baja las escaleras como si fuera que se dirige al mismísimo averno. Ella se encuentra con la clásica atracción con muchos espejos, escenario de varios films que quieren generar confusión y tensión. Desde ahí todo cambia para ella. Para todos. Vernos al espejo no será lo mismo.
Años después tenemos a Adelaide Wilson, la cual vuelve a sucumbir en la oscuridad debido a sentirse atormentada en unas vacaciones que hace con su familia. Varias señales y coincidencias alarman a la protagonista, madre de un niño y una chica, con su pareja, Gabe Wilson. Esta familia será abrumada y hostigada por un grupo de doppelgängers de ellos mismos, sin dejarles respiro alguno.
Doppelgängers proviene del vocablo alemán que sirve para definir el doble fantasmagórico de una persona viva. Es una palabra que verán en muchas notas vinculadas a este film. Muchas veces esta descripción está ligada a películas más vinculadas a lo psicológico (Enemy, Possesion, entre otras). En este caso Jordan Peele, director, guionista y productor de Us, se enfoca más en lo físico que en lo espiritual. O por lo menos lo que resalta más son las persecuciones y excelentes asesinatos que presenciamos.
Empecemos por lo superficial de la película. Las muertes están llenas de originalidad y sangre. La edición, junto a la gran banda de sonido, atrae y otorga sustos que te hacen saltar del asiento. El sonido siempre es un elemento importante en cintas de terror, destacándose en esta en particular.
Cada elemento tanto narrativo como técnico está balanceado al igual que el humor y el terror, entregando un film estructurado, que atemoriza e incomoda, como también alegra.
La mano de Jordan Peele, junto al director de fotografía Mike Gioulakis (It Follows, Glass), logran combinarse magistralmente, dándose a notar la experiencia en Gioulakis en perseguir a personajes. La desesperación y demencia de estas persecuciones son estupendamente interpretadas por actores y actrices, en este caso destacándose Lupita Nyong´o (12 Years a Slave) con su doble papel, siendo difícil distinguir cuál te da más miedo y cuál es el mejor actuado. Cada rasgo de ella es aterrador y atractivo a la vista. La locura es su néctar, con sus picaduras letales.
Todos con sus doppelgängers presentan actuaciones maravillosas. Como también la pareja, siendo Winston Duke el encargado de entregar los momentos con más humor, hasta en situaciones que claramente no lo ameritan, pero él sale bien parado. Los hijos Zora y Jason, interpretados por Shahadi Wright Joseph y Evan Alex respectivamente, también hacen un brillante trabajo. A la vez destacándose la participación de Elizabeth Moss como la amiga de la protagonista.
Lo que parece una simple historia de gato y el ratón, con situaciones que recuerdan a The Strangers (2008) o Funny Games (2007), comienza a acrecentarse a lo largo que pasa el film. Las circunstancias toman varios sentidos, como en el film The Shining (1980), y cada elemento de cada escena tiene su importancia para lo que pasará luego. A pesar de que el giro narrativo del final es bastante predecible, y que por momentos haya sobreexplicación, el viaje hasta ese momento final es muy agradable. Dejándonos con mucho para pensar.
El incesante humor que Peele impone en su película (Que puede generar en el público de la sala de cine una comodidad como si estuviera en su casa) es atravesada por alegorías y distintivos mensajes sobre la sociedad que quizá haya que escarbar un poco más que en Get Out (2017) para apreciarlas. La ambiciosa narración sobre la división humana. Los que hacen daño y los que no. El esconderse detrás de una máscara, el de fingir ser algo que no sos, el de unirse para no ser olvidados, entre otros temas interesantes. Todo esto otorga a la película el valor de volver a ser vista para insistir en discutir estos temas.
Con esta pieza cinematográfica Jordan Peele confirma su estilo, dándole un balance de humor, sangre y terror, con tramas redondas, accesibles para todo público, que entretiene y le entrega una mirada original y única al género que tanto anhelamos y queremos.