Transcurrida buena parte de Noticias de la familia Mars, a quienes siguen regularmente la cartelera local les resultará inevitable asociarla con Graduación, película rumana estrenada hace un par de semanas. En ambos films uno no puede menos que pedir piedad con sus protagonistas, víctimas de una andanada de difucultades que se les van presentado sin solución de continuidad. Pero si en la película de Cristian Mungiu las penurias de su personaje principal responden a un envileciminto social, la propuesta de la francesa Dominik Moll ya roza el ensañamiento gratuito.