De las tablas a la pantalla grande, sin escalas. Tal fue el recorrido de Nuestras mujeres, obra teatral que fue un suceso en Francia (convocó a más de 160 mil espectadores durante 2013 y 2014) y que replicó su éxito en el cine con el mismo elenco. Se trata de otro exponente del habitual formato (¿ya un subgénero?) que se podría denominar "cena de amigos", donde una simple reunión puede convertirse en un compendio de diatribas y miserias cruzadas. Precedido por algunos ejemplos en esta dinámica que salieron airosos y otros no tanto, el film de Richard Berry se sostiene gracias a un trío protagónico (incluído él mismo) en estado de gracia.