Seamos realistas, pidamos lo imposible. “Nuevo orden” de Michel Franco. Crítica.
Estreno navideño revolucionario.
Francisco Mendes Moas Hace 3 semanas 0 7
Para estas fiestas regala cine. Una colaboración de Cinemark Hoyts Argentina y Cining (una empresa de BF Distribution) trae a su boletería virtual la última película del director mexicano más interesante de la última década. Nuevo orden de Michel Franco te soluciona los planes del 25 a la tarde. Con una crítica a la desigualdad social y la distribución de riquezas. Cómo hizo Bong Joon Ho con Parasite pero violentamente más latina.
Al mismo tiempo que Marianne y Alan pretenden celebrar su boda en la ostentosa casa de los padres de la primera, se desata una revolución de la clase obrera mexicana en el centro de la ciudad. Un ex obrero llega a la fiesta pidiendo dinero para operar a su esposa y la única de la familia que intenta ayudarlo es Marianne. Por esta razón en el momento que la revuelta llega a su hogar, ella se encuentra lejos viviéndola de manera diferente.
Una de la muchas revoluciones que se estudian durante la secundaria es la mexicana, con Pancho Villa y Emiliano Zapata. El proletariado toma las armas y destrona al poder de turno en busca de una mayor igualdad de condiciones. En algún momento a lo largo de todos estos años, los resultados se distorsionaron y actualmente México es uno de los países con mayor desigualdad social de latinoamérica. Los ricos lo tienen todo y quieren más, los trabajadores poseen poco y nada. Como nos mostró Cuaron en su última producción Roma. ¿Podríamos decir que la revolución fracasó?
La obra de Michel Franco no pretende asociarse a un futuro distópico, por el contrario se presenta como una realidad alternativa. Una línea del tiempo posible, quizá inspirada en estos tiempos donde muchos ciudadanos de diferentes países se alzaron en protestas contra sus gobiernos. En la actualidad nos cansamos de habitar y aceptar el mundo como es y buscamos transformarlo para que sea el que queremos. Aquí el tinte latinoamericano se lo da la fuerte represión militar, tras décadas de gobiernos de facto a lo largo de todo el continente. Muchos reconocen a las fuerzas armadas como herramienta opresora de los gobiernos, en lugar de los encargados de defender al país.
Una dura crítica a los políticos y gobernantes mexicanos atraviesa transversalmente todo el film. Se los presenta como adinerados burgueses corruptos hasta la médula. Amigos de aquellos ricos que ostentan el poder, al tiempo que los miran de reojo deseando ocupar ese lugar. Lo cual podría ser la fuerza impulsora de la mayoría de los personajes, algunos hartos de vivir en una situación tan desigual y otros buscando ascender en la escala social. Situación o sensación que se puede extrapolar al resto del continente, si se me permite la repetición, una de las pocas cosas que tenemos en común además el hecho de haber sido colonizados.
Incómodamente cruda y realista, Michel Franco se vale de la ficción en Nuevo orden para denunciar su disconformidad con el sistema actual. Una mirada personal se desprende de cada plano. Acompañado de las buenas interpretaciones de los actores, que en algunos caso no lo tuvieron fácil. Una película a la cual hay que darle visualización, más aún en momentos como este, para que no quede tapada por el estreno del gran tanque del momento. Ya que tiene muchas cosas para decir, siempre leyendo entre líneas, las cuales deberíamos empezar a escuchar.