Marianne y Cristian son una pareja proveniente de dos familias adineradas de México, quienes están celebrando su boda, junto a otras personas ricas y poderosas del país. Sin embargo, con la llegada de Rolando, un ex empleado para pedirle dinero para la operación de su esposa, empezaremos a notar algunas malas actitudes de la familia. El hombre se retira luego de que la madre le dé un poco de plata que no ayuda ni a cubrir los gastos y será Marianne quien decida ir a su casa para llevarle lo que falta. En el camino se cruzará con un caos social, al mismo tiempo que su hogar será invadido por manifestantes.
«Nuevo Orden», del director mexicano Michel Franco, es una película que nos invita a reflexionar sobre la desigualdad social, el abuso de poder, el manejo del gobierno, la violencia, el rol de las fuerzas armadas y el caos social, a través de una historia distópica ubicada en un mundo ficticio pero que mucho tiene que ver con la realidad, no solo mexicana, sino de cualquier parte del mundo.
Al principio la cinta comienza de una manera confusa, donde el espectador no sabe bien qué está observando, pero a medida que avanza el relato se va acomodando y explorando la situación con mayor claridad.
La misma no explica los motivos de los hechos que desata tal salvajismo, sino que intenta llevar al extremo el comportamiento de ambos sectores de la sociedad para mostrar las miserias humanas. Y aquellos personajes que quieren ser solidarios o empáticos con los demás, terminan de una forma peor. Es una historia que no deja escapatoria y nos ofrece una mirada negativa y cruda de la realidad. En esta búsqueda se cae en ciertos estereotipos y hasta simplificaciones de los protagonistas, donde no todos están muy delineados.
Las actuaciones de todo el elenco son correctas, principalmente de Naian González Norvind (Marianne) y Diego Boneta (quien hace de su hermano), quienes consiguen transmitir el dolor y la desesperación de la situación.
«Nuevo Orden» tiene algunos giros inesperados que impactarán al espectador, como también propone un clima de tensión constante, más alineado al género de suspenso o terror, y se emplea una cámara en mano para otorgarle mayor dinamismo, realidad y frenetismo a la trama. Cada recurso técnico está puesto al servicio del relato para intensificar su violencia desmedida.
En síntesis, «Nuevo Orden» es una película que dividirá las aguas pero que logra hacer una crítica social interesante ideando un mundo ficticio lleno de violencia y desigualdad, que no está muy lejos de nuestra realidad. Con buenos aspectos técnicos y correctas actuaciones, la cinta no dejará indiferente a ningún espectador.