Tres estudiantes universitarios se mudan a una enorme casona cerca del campus para estudiar. Lo que no saben es que años atrás gente murió de forma horrible en ese mismo lugar. Ahora sin darse cuenta están por despertar a un ser que se mete en la cabeza de todos causando alucinaciones, y nadie puede detenerlo mientras se siga diciendo su nombre.
Hoy nos toca hablar de Nunca Digas Su Nombre (The Bye Bye Man en su nombre original), un film de horror que por desgracia, es de horror por lo malo que es y no porque genere miedo en el espectador. Pero eso no es lo peor que nos ofrece Nunca Digas Su Nombre, aunque esto lo aclararemos más adelante.
Empecemos por el guion, ya que el origen del ente sobrenatural de Nunca Digas Su Nombre, cobra fuerza cuando alguien dice su nombre. Así es como empezamos con un flashback de alguien llegando al límite solo para que nadie le diga el dichoso nombre de este ser a los demás, para después saltar al presente, donde nos encontramos a tres lindos y malos actores que serán los protagonistas del film.
Al parecer en las películas de terror los adolescentes si o si padecen de ser torpes y curiosos, y lejos de seguir varios avisos sobre no decir el nombre del asesino, lo dicen, dando como resultado la aparición del temido The Bye Bye Man, quien se meterá en la cabeza de todos para que repitan su nombre y así propagarse.
Y acá viene mi mayor crítica a este film, como ya dijimos más arriba. Dejando de un lado el pobre nivel de actuación, o la historia casi sin sentido que tenemos, sino que los productores concibieron este proyecto para intentar inventar y establecer a un nuevo asesino y construir una franquicia. Algo que ya se vio estos últimos años como por ejemplo con La Horca y el dichoso juego viral de Charlie Charlie.
Con estas intenciones y como dijimos, un elenco en el que solo destaca Carrie Anne Moss como la única persona que sabe actuar; solo nos queda esperar algo de la dirección. Y por desgracia tampoco se destaca. El trabajo de Stacy Title es bastante pobre, y nunca logra generar suspenso o tensión desde sus encuadres, haciendo que este apartado tampoco destaque.
Nunca Digas Su Nombre es un film bastante pobre que no solo no ofrece nada nuevo al horror, sino que es de esas películas que resultan un paso atrás en el género; mostrando la veta más comercial y menos artística de un estilo de cine que por desgracia esta en el piso, y cuando con algunas cintas intenta ponerse de pie, se estrenan cosas como esta.