Nunca digas su nombre (The Bye Bye Man).
El título de un film siempre es importante y más en este caso. Aunque el que le pusieron en español está correcto hubiera sido más apropiado dejar el original.
Bajo la dirección de Stacy Title se desarrolla esta peli de terror sobrenatural.
Lo mejor para mi gusto se lo lleva justamente él. Está muy bien dirigida, con movimientos de cámara impecables, con un encuadre y fotografía precisos.
Lo más flojito: el guión. Pero no por eso deja de transmitir altas sensaciones de miedo.
Un grupo de tres estudiantes -una pareja con un amigo- deciden alquilar una antigua casa en vez de quedarse en los clásicos rooms estudiantiles. Una vez instalados se verán envueltos en extraños sucesos que ocurren allí y fundamentalmente cuando a uno de ellos le es revelado -cuando lee en un cajón de un antiguo mueble- un nombre que está asociado a la tragedia (The bye bye man) como grabándose a fuego en su cabeza y sin escapatoria del infierno.
Un combo de terror y suspenso que los amantes del género seguramente disfrutarán.
Eso sí… nunca se te ocurra leer ni decir “The bye bye man”.