La nueva película del americano Mark Romanek abre fuego sobre un tema más que controvertido que cada día se hace más latente. La clonación humana con todas sus consecuencias.
La historia comienza como un flashback en la vida de Kathy; una joven de veintipico que rememora con anhelo su infancia en un internado junto a sus dos mejores amigos, Ruth y Tommy. Los recuerdos que ella narra se ven con melancolía y ella declara querer volver a esa etapa en la que todo era más simple.
Kathy está claramente enamorada de Tommy, y si bien esto parece reciproco, finalmente él establece una relación con Ruth desde la niñez que llega hasta la juventud. En medio de este triangulo amoroso particular esta el tema central de la película, que se le va develando al espectador lentamente, dejando que uno primero lo sospeche y luego se transforme en una certeza.
Si bien la película genero diversas opiniones, se puede generalizar en que abarca la ciencia ficción pero no como género, sino más bien porque no le queda otra opción. En un trasfondo surreal -por ahora-, el film es centra en el drama que viven estos tres chicos, y otros miles que no conocemos, al no tener poder de decisión sobre sus vidas; vidas que ya fueron predestinadas desde el momento de su gestación y vemos, su resignación sobre el tema, del cual no pueden escapar y el cual queda en segundo plano. La película no es sobre un acto de rebeldía, sino sobre una historia de tres personas en una sociedad ya establecida.