Zhenia (Alec Utgoff) es un inmigrante ucraniano recién llegado a Polonia que trabaja como masajista a domicilio, dentro de un barrio privado. Allí, las casas son idénticas, muy blancas, elegantes y de jardines perfectamente arreglados. Asimismo, sus habitantes también instan en parecerse, todos de un gran poder adquisitivo y viviendo sus aburridas vidas en pareja y en familia, pero también en soledad. Es que casi no se relacionan, ni entre ellos ni con los vecinos, salvo por algún amorío clandestino.