Un grupo de particulares personajes se pierden en las manos (y algo más) de un masajista recién llegado que, entre otras cosas, los libera de tensiones con métodos muy particulares. Soledad, tristeza y dolor en un relato que tiene mucho de El joven manos de tijera y una nostalgia, poderosa, que atraviesa, desde la mirada del protagonista, al espectador.