Más española que argentina, no solo porque fue rodada mayormente en la península ibérica, sino porque director, guionista y varios integrantes del elenco son hispanos, Objetos es un thriller con alguna que otra sorpresa que la tornan atractiva. Y una de ellas es Alvaro Morte, protagonista de La casa de papel.
Quien fuera El Profesor en la serie de Netflix aquí es Mario, que está a cargo de una oficina de objetos perdidos. Y a la vez que se preocupa por reparar lo que le llega las manos, también atiende al público. Puede recibir a una señora que perdió un paraguas y se quiere llevar uno mejor que el que extravió. O puede examinar una valija de lujo, rescatada del fondo del río, y allí encontrar una batita de bebe.
Y restos humanos de un recién nacido.
Mario suele recibir, también, la visita de una agente de policía, Helena (Verónica Echegui, de Explota, explota, la película inspirada en canciones de Raffaella Carrá), y cuando entiende que la Policía, tras una visita de rigor de un superior, tras su advertencia, no hará nada por investigar el asunto, la identidad del bebe, y cómo llegó al fondo del agua, bueno, se pondrá a investigar él mismo.
Y una de las vueltas del guion es que Mario tiene, tal vez, en una de ésas, sus motivos para hacerlo.
No vamos a revelar cómo es que Mario llega hasta a una red de prostitución que opera en un hotel de alta categoría, y descubre que es Sara (la China Suárez) quien en su momento dio a luz a ese bebe. Pero lo que no sabía Sara era que estaba muerto.
A partir de allí, la trama de Objetos -que emparienta a las cosas con las mujeres vueltas objetos- se tornará, más que detectivesca, un thriller impensado. Y las acciones que realiza Mario molestan a más de uno, más cuando rescata a Sara de la organización delictiva.
Visita inesperada
Pero decíamos que Mario recibe a la gente en su oficina, y no tardará en llegar una visita inesperada, alguien que dice buscar no un objeto, sino a una persona, le aclara, hermosa.
Daniel Aráoz es Ochoa, y es el único personaje que lamentablemente está bordado con todos los clisés que el guion de Natxo López no le dio a ningún otro de los protagonistas. Ochoa no le permite abordarlo como a sus protagónicos en El hombre de al lado o La noche más larga: se parece más al de Franklin, por ejemplo.
Pero las vueltas de tuerca, lo inesperado, es lo que hace que Objetos no se estanque, que el personaje de Morte vaya creciendo secuencia a secuencia y el resto de los personajes lo acompañe.
El director Jorge Dorado, que proviene de la televisión, muestra buen pulso para darle bríos a las escenas de acción, y dramaticidad a las que lo requieren.
Del lado argentino, además de Suárez, que en el cine parece tener mejor suerte con los papeles -en cuanto a la construcción de los mismos- que los que le ofrecen y acepta en televisión- y Aráoz, aparecen Andy Gorostiaga, visto en la reciente Tres hermanos, y Selva Alemán, precisa y conveniente como siempre.