El gender swap sigue pisando fuerte en Hollywood. Los estudios se dieron cuenta que buena parte de la población mundial es mujer, con lo que entre las incontables remakes, reboots, reinterpretaciones, secuelas, precuelas, desprendimientos y más que se ponen en desarrollo de propiedades conocidas, una variante adicional es la del intercambio de género. Y con los tiempos de cambio que se viven en la industria, difícilmente sea una tendencia pasajera. El último caso en sumarse a la lista es Ocean’s 8, que ofrece una contrapartida femenina a la trilogía de Steven Soderbergh. Y supone otro buen ejemplo de lo que representan este tipo de proyectos, tanto con sus puntos fuertes como sus limitaciones.